EVOLUCIÓN DE LAS ESTRELLAS. ESTRELLAS EXTRAÑAS

 

 

      La evolución de una estrella viene marcada por su masa inicial: cuanto mayor sea esta, más breve e intensa será la vida de la estrella.

      Los astrofísicos predicen tres posibles finales:

 

        1)   ESTRELLAS QUE NO SUPERAN EN 1,4 VECES LA MASA DEL SOL. Tras quemar en su interior elementos químicos cada vez más pesados y expulsar sus capas exteriores, llega a la contracción gravitacional (las zonas internas de la estrella colapsan sobre sí mismas y se convierte en una enana blanca), comprimiéndose la materia hasta que poco a poco se va apagando hasta morir.

 

      2)   ESTRELLAS CON MASAS ENTRE 1,4 Y 2,3 MASAS SOLARES. Cuando el astro supera el llamado límite de Chandrasekhar, 1,4 masas solares, el colapso gravitacional no se detiene, y tras una espectacular explosión (SUPERNOVA) aparece un objeto extraordinariamente compacto, de pocos kilómetros de tamaño y compuesto sólo por neutrones. Surge así una estrella de neutrones o pulsar: gira a una enorme velocidad, con un campo magnético gigantesco y emitiendo pulsos de radio, al igual que un faro.

 

      3)   ESTRELLAS CON MAS DE 2,3 MASAS SOLARES. El derrumbe gravitatorio no se detiene en la estrella de neutrones, continuando este hasta que la contracción de la materia es tal, que su masa se hace infinita, ocupando un volumen espacial cero. Se ha formado así un agujero negro, cuya atracción gravitatoria es tal, que ni la luz puede escapar de él.

 

      Sin embargo, recientemente, dos físicos teóricos californianos, Glendenning y Moszkowski, han determinado que una estrella de neutrones es estable hasta masas de 1,6 la masa del Sol, muy inferior al máximo mencionado (2,3). Para estos científicos, por encima de este valor y hasta el extremo en que el astro se convierte en un agujero negro, este sufre un "cambio de fase", comprimiéndose todavía más, deshaciéndose los neutrones en sus partículas elementales, los quarks. Así nacen las estrellas de quarks.

 

      Estrellas quarks o extrañas. En esta, los protones y neutrones experimentan una especie de cambio de estado, desde una materia comprimida, como la de un pulsar, a otra de quarks libres: a partir de cierta densidad (1,6 masas solares) los neutrones empiezan a solaparse y aparece una materia compuesta por quarks libres, aunque conserva sus propiedades. Al transformarse la estrella de neutrones en extraña, se generan enormes desprendimientos de energía, con luminosidades distintas en función de su etapa evolutiva. Finalmente, se producen repentinas variaciones de la velocidad angular del pulsar al cambiar su momento de inercia.

 

(Muy interesante, Agosto de 1994)

 

Volver a astronomía