TEORÍA CATASTROFISTA

 

 

Debida a Walter Álvarez (geólogo) y su padre, Luis Álvarez (físico y premio Nobel).

Walter Álvarez buscaba en la región de Umbría, los Apeninos italianos, pruebas de inversiones magnéticas, para poderlas comparar con las inversiones encontradas en la corteza de los fondos oceánicos. Lo que observó fue: ninguna inversión magnética coincide con la extinción masiva ocurrida a finales del cretáceo; la piedra caliza del lugar (del Gubbio) es rica en foraminíferos (criaturas diminutas, usualmente microscópica), cuyas conchas de CaCO3 son la materia prima de una gran parte de la piedra caliza del mundo; la caliza se encuentra cubierta por piedra arcillosa de color gris rojizo (1-2 cm de espesor), en la cuál desaparecen todos los microorganismos de forma repentina, a excepción de una especie; por encima de esta vuelve a aparecer la piedra caliza, llena de fósiles.

Estos hechos fueron contados por Walter a su padre, Luis Álvarez, y entre ambos intentaron deducir formas de medir el tiempo que representaba ese grosor de arcilla: Luis Álvarez desarrolló para ello nuevos métodos de investigación científica, que aunque no solucionó el problema del tiempo, sí llevó a los paleontólogos a utilizar nuevos métodos de medidas, en las cuales no sólo participaría la geología, sino también las otras ciencias, la física, química,....

El análisis químico de la arcilla dio lugar a cantidades de iridio superiores a las existentes en el resto de la corteza terrestre. La interpretación del equipo Álvarez fue: "las anomalías relacionadas con el iridio es una clara prueba de un suceso no usual ocurrido en un momento determinado (en el paso del cretáceo al terciario)". Este grupo asoció este hecho inusual con la caída de un asteroide en la Tierra, de ahí que se defina como teoría catastrofista.

Por supuesto, esta teoría debe explicar satisfactoriamente lo que ocurrió hace 65 millones de años en todo el planeta:

   *   En los años siguientes se descubrió esta misma capa de arcilla en numerosos lugares de La Tierra, y tan alejados entre sí como África del Sur, Nuevo México, Europa,... incluso en Dinamarca, Ramachandran encontró junto al iridio, otros 8 elementos que se daban en proporciones similares a las dadas en los meteoritos típicos.

   *   Un asteroide que choca con la Tierra debería fundir la roca y despedir gotas del material fundido, esférulas, por todas partes. Estas esférulas fueron encontradas primeramente en España, y posteriormente en otros lugares. El tamaño de estas esférulas es tal que su gran tamaño hace imposible un transporte atmosférico generalizado, lo que sugiere que su origen no pudo ser volcánica. Además, estas contienen altas concentraciones de iridio.

   *   Por supuesto, el impacto de un asteroide debe dejar, además, un cráter en la corteza terrestre: los cálculos indicaban que este debería tener como mínimo un diámetro de 100 km.

     Sin embargo, sólo se conocen tres cráteres de más de 100 km: dos son de la era precámbrica, y el otro es demasiado joven.

     La explicación dada pasa por dos hechos:

        a)   El asteroide pudo caer en el mar, pues es más probable, pues este ocupa 2/3 partes de La Tierra.

 

        b)   También pudo deslizarse hasta quedar oculto a la vista bajo los continentes, como consecuencia de la dinámica de las placas tectónicas en el curso de los últimos 65 millones de años.

 

   *   El impacto por sí mismo no podría ser el responsable de la muerte de tantas especies en todo el mundo. La explicación es consecuencia directa del mismo: el impacto del asteroide sobre La Tierra provocaría una nube de polvo que cubriría toda la estratosfera, extendiéndose por todo el planeta, sumiéndolo en la oscuridad al menos durante dos años.

    Sin embargo, Toon pudo comprobar que como máximo esta oscuridad duraría entre 3 y 6 meses, siendo este tiempo demasiado corto para que el polvo pudiese recorrer todo el planeta.

    Esto contradice la teoría de los Álvarez, pero pronto fueron rescatados, pues dos equipos de científicos, de los Álamos y del Instituto de Tecnología de California, probaron que el polvo del impacto pudo extenderse mediante la balística: el material (polvo) entraría en órbita balística, como diminutos satélites o misiles, y de ese modo se extendería por toda la Tierra en cuestión de horas.

    Este mecanismo, una oscuridad de tres meses, fue muy bien aceptado por los científicos, pues separa las extinciones marinas y terrestres: la microfauna de los mares modernos consumiría su reserva alimenticia (plancton) en unos 100 días, mientras que en ese mismo tiempo la oscuridad sólo causaría disturbios ligeros a las plantas y los animales terrestres.

 

        Resumiendo:

 

        *    Walter Álvarez concluye su teoría diciendo que tanto el propio impacto, como la oscuridad son algunas de las causas que provocaron la gran extinción entre el cretáceo-terciario.

        *    Por su parte, su padre, se hizo un acérrimo defensor de la teoría catastrofista, resumiéndola en:

         a)    La oscuridad global durante 3 a 6 meses detuvo la fotosíntesis, que él considera suficiente para explicar las extinciones en los océanos.

         b)    La caída del asteroide en los mares lanzaría al cielo grandes cantidades de vapor de agua, que provocaría el famoso efecto invernadero: los científicos calculan que las temperaturas se pudieron elevar unos 10 grados durante unos pocos meses, lo suficiente para causar la muerte a muchos animales terrestres.

         c)    El período de oscuridad, sin embargo, podría haber bajado las temperaturas hasta 18 grados durante meses, acabando con la mayor parte de los animales que no pudiesen invernal.

         d)    La bola de fuego de los impactos hubiera producido tal cantidad de energía radiante que el N2 de la atmósfera se habría convertido en óxido de nitrógeno. Esto daría lugar a una lluvia ácida mortal a ámbito mundial.

 

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